Este sábado fui a comprarme una tortuga a Comercial Galián y tambien compramos una piscina.
Después fui a la Arrixaca porque no podía respirar y mis pulmones sonaban como una armónica ( hasta me inventé una melodía). Me pusieron oxígeno y broncodilatadores (unas medicinas que dilatan los bronquios para que el aire pueda circular por los pulmones y evitar la asfixia). Me dejaron ingresado y fue divertido, aunque tenía ganas de irme a mi casa. Los médicos y las enfermeras eran muy amables. Mis padres me compraron juegos y revistas para entretenerme.
Aunque no estuvo mal la experiencia, es mejor estar sano y libre. En adelante, tendré más cuidado para evitar resfriarme.
José Manuel Jiménez
martes, 10 de noviembre de 2009
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