Había una vez un triste payaso que lloraba y lloraba al borde de un estanque. Un dia, un nazareno le preguntó:
-¿ Por qué estás tan triste payaso? - Y el payaso le contestó:
-Es que se me ha perdido mi nariz, sin ella a nadie hago reir.
El nazareno siente tristeza por él y le ayuda.
Buscaron por todas partes, pero viendo que no la encontraban, el payaso se echó a llorar y gritó:
-¡Nunca la encontraremos, se ha perdido para siempre!
-¿ Por qué estás tan triste payaso? - Y el payaso le contestó:
-Es que se me ha perdido mi nariz, sin ella a nadie hago reir.
El nazareno siente tristeza por él y le ayuda.
Buscaron por todas partes, pero viendo que no la encontraban, el payaso se echó a llorar y gritó:
-¡Nunca la encontraremos, se ha perdido para siempre!
Al día siguente, el nazareno siguió buscando y la encontró en uno de los bolsillos de los trajes del payaso. Cuando el payaso se enteró, le dió al nazareno una piruleta gigante de recompensa y fueron amigos para siempre.
Maria
Maria
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